Haurramari´s Ice Cream

Debe de ser el verano más caluroso desde que recuerda veranos, aunque también es cierto que tiende a olvidar si el verano pasado pasó o no calor. Sea como sea se está achicharrando y no hay nada mejor como tomarse un helado nocturno para simular que no hace tanto calor *-* Así que tras pedirse una tarrina de vainilla y sentarse en una mesita de la terraza donde corre el aire empieza a mirar a la gente que pasea. Uh, que mal combinada va aquella.

Ella había decido que salir a dar una vuelta era lo mejor, tenia demasiado calor en su casa, no quería estar encerrada todo el día, aunque tenía que preparar los entrenamientos de Niamh y los suyos propios, a parte de que ella quería ver a Morten, hacía bastante tiempo que no sabía nada de él, bueno, si exceptuamos a Niahm, hacía tiempo que no sabía nada de nadie, había estado... ocupada.

La castaña llegó a la heladería, tenía ganas de algo frío, así que se acercó hasta el dependiente y se compró la típica tarrina de helado de chocolate y menta, su sabor preferido. Cuando se iba a ir a comérsela al parque o algo por el estilo, descubrió que allí se encontraba Gillian, no es que la conociese en persona, An sólo la conocía de los túneles y poco más, es sólo que había tenido una conversación con Morten sobre aquella chica. -Buenas noches... ¿te importa si me siento?- que hoy ella tenía ganas de socializar, que llevaba bastante tiempo apartada del mundo, y eos... no podía ser

Estaba tranquilamente mirando a la gente ya que no tiene nada mejor que hacer un lunes por la noche cuando alguien apareció en su campo de vista. Llevándose una cucharada a la boca alza la cabeza para mirar a la susodicha y esboza una media sonrisa al reconocer a la chica. No es que haya hablado alguna vez con ella, pero sabe quién es.

- ¡Claro que no! –Ladea la cabeza y le señala la silla de al lado- ¿Anäis, no? –A lo mejor se ha confundido y es otro nombre que empieza por A, porque eso lo tiene seguro. Espera no haberse equivocado, bueno, en realidad tampoco le va a quitar el sueño.

Sonrió levemente cuando la chica dio el visto bueno a eso de sentarse, al final era maja y todo, En tenía una visión de que la chica era una estirada de mil pares de narices, pero por lo visto... no, en fen, ya le había dicho su madre que nunca hay que fiarse de las primeras impresiones... por que, en ocasiones, engañan.

-Sí... esa soy yo... tú debes de ser Gillian... ¿me equivoco?- sabía perfectamente que no se equivocaba, pero siempre quedaba bien eso de la duda, ella había calado perfectamente a la chica desde que la vio en los túneles, y desde la conversación con Morten, vaya, que la había buscado en los archivos, total, ahora que no había nadie al mando... no era demasiado difícil acceder

Remueve con la cucharilla el helado y después vuelve a llevárselo a la boca. Delicioso. Tarda un poco en contestarle porque esta saboreándolo pero lo que es asentir con la cabeza. Esa es ella, Gillian Malkovich.

- Para nada, esa soy yo –deja la tarrina sobre la mesa y se inclina un poco para apoyarse en esta, que fresquita esta, lo agradece-, supongo que un placer conocerte oficialmente, Anäis. –Porque nadie las ha presentado, tuvieron que aprenderse el nombre de la otra cuando acabaron en el túnel. Se pregunta si seguirá saliendo con Morten ¿o no estaban saliendo? ¿O sí? Ya no se acuerda, hace tanto que no ve al chico que no ha podido cotillear y él tampoco ha podido pedirle que le diga lo guay qué es.

Se sentó en la silla que la chica le había ofrecido así, comiéndose un poco del helado, estaba riquísimo, es que An era como una niña chica para esas cosas, y más cuando se compraba el helado en cucurucho, sólo que hoy no se lo había comprado así pues por que... le había dado la picada de la tarrina.

-Imagino que puedo decir lo mismo, sinceramente... tenía ganas de conocerte en persona, me han hablado de ti- quizás lo último se lo tenía que haber guardado, pero la verdad es que le daba exactamente lo mismo decir que las personas que le habían hablado de ella habían sido Morten y Noor, y no es que le hubiesen hablado comentándole lo mismo, Noor, la avisó para preveerla y contarle que estaba liada con Morten y él... él no le hubiese nombrado a la Gill a no ser que An la hubiese nombrado por las advertencias de Noor...

Alza las cejas al escuchar aquello y esboza una media sonrisa. Mira por donde a Gillian también le han hablado de Anäis, claro que esa información prefiere guardársela para ella por ahora, aunque no es muy difícil de adivinar.

- ¡Vaya! –Exclama y se le escapa una risilla- Creo que puedo hacerme a la idea de quién ha sido –vuelve a llevarse la cucharilla a la boca y a saborear el helado, hum, le encanta, deben de hacer el mejor helado de la ciudad-, y seguro que nada bueno... –chasquea la lengua- no sé si puedo decir que todo es mentira. –Medio bromea. En realidad no tiene ni idea de qué ha podido decirle, pero supone que ha sido Morten.

Qué bien, helado por la noche, y encima venía con compañía incluida en el lote... porque podía ver perfectamente a Anäis desde el otro lado de la calle. No es que la fuera siguiendo, salía del MIB y se la había encontrado por casualidad. El problema es que la chica no había tenido otra ocurrencia que ir a sentarse con Gill y eso le resultaba un poco molesto a Morten. No sabía por qué. ¿Acaso temía que Malkovich se fuera de la lengua? No tenía por qué, entre ellos no había pasado nada desde que An había accedido a salir con él. ¿Entonces qué cuernos pasaba? Sacudió la cabeza y cruzó el paso de cebra para entrar en el establecimiento, que hacía mucho que no hablaba con la piromante y ya de paso con la dependienta de muebles de baño, si es que ese seguía siendo su puesto después de arrimarse al pez gordo de Virgil. - Hola chicas. - Saludó sentándose con ellas sin que le invitaran. - Si me estáis poniendo verde tendréis que seguir en otra ocasión, soy muy sensible. - Aquello iba medio en broma pero se temía que la cosa fuera ciertamente por ahí.

Observó a la chica, a los ojos, era una mala costumbre que An hacía con frecuencia, era siempre miraba a loa ojos, sostenía la mirada, hasta que la otra persona la retiraba, puede que por que le incomodara, pero a ella eso le importaba bien poco, a ella le gustaba que cuando hablaban con ella la miraran a los ojos y por lo tanto, ella hacía lo mismo cuando hablaba con alguien.

-Puede, que te hagas una idea de quien me ha hablado de ti, al menos de uno de ellos- después sonrió, no por anda, sino para suavizar un poco la tensión y... bueno, por que Morten apareció por allí, vaya, parece ser que estaba vivo.

-Anda, mira, si yo pensaba que ya te habías matado por ahí- dijo bromeando, intentando dejar la conversación con Gill a parte. Situación incómoda, modoON, sí, no era una situación muy agradable para la castaña... pero era lo que tocaba, así que se limitó a mirar su helado y a comer otro poco

- ¿¡Más de uno!? –Exclama emocionada al enterarse de la gran noticia–, desconocía ese dato. –Ahora tiene curiosidad por saber quién va hablando de ella y por qué, aunque, sinceramente, tampoco le importa mucho. Que digan lo que quieran siempre y cuando no se inventen nada.

Y hablando del Rey de Roma por la puerta asoma. Ni que hubiera estado detrás de una papelera espiándolas, aunque, si es sincera, no le extrañaría nada teniendo en cuenta la obsesión por Anäis que tiene el chico. Uh, un escalofrío solo de pensarlo.

- No todas las conversaciones giran en torno a ti, querido. –Le dedica una gran sonrisa a modo de saludo y se lleva una última cuchara de helado antes de recostarse sobre su silla. Lo malo del helado es que le provoca sed. Mira a ambos, ella, por supuesto, no está nada incómoda con la situación.

Miró a Anäis enarcando una ceja, francamente divertido por el recibimiento. - Me han mandado a la quinta puñeta a cumplir un encargo de idiotas, pero ya he vuelto. Gracias por preocuparte - No podía culparla, ni que hubieran estrechado lazos antes de su partida. No habían pasado de dormir juntos una noche y comprometerse a la mañana siguiente. Eso es llegar y besar el santo. - ¿De veras? - Hizo un puchero en dirección a Gill. - Pues tengo una novedad muy interesante. - Lo dejó en el aire alzando una mano para llamar al camarero y pedirle un refresco que no tardó en llegar.

-Pues... me pareces que te vas a quedar con la duda, no voy a revelar mis fuentes- y mucho menos a una persona que no conocía, en plan, sí, la conocía de oídas, pero no tenía confianzas con ellas, además ahora que está Morten delante... ella prefería dejar el tema aparcado, ya si se la volvía a encontrar ya lo hablarían más tranquilamente.

-De nada, yo... he estado dando clases- sí, sabía que probablemente a él no le importaba una mierda, pero le daba igual, le resultaba satisfactorio, eso de tener una ayudante dispuesta a hacer todo lo que ella e pidiese, y la verdad... se sentía muy orgullosa de ello, además era una chica que en un momento dado, seguro que no le importaría ayudarla contra Faye

Asiente con la cabeza sin decir nada más, hace bien, ella tampoco lo desvelaría. Además, así todo es mucho más emocionante. Sin contar con qué prefiere dejar el tema aparcado ahora que el chico esta allí.
Se dedica a volver a mirar a los viandantes, que esas horas ya han reducido considerablemente su número, que cuando los dos empiezan a hablar de algo que no le interesa demasiado aunque cuando Morten se gira hacia ella alza las cejas con curiosidad.

- De verdad de la buena –le asegura, en realidad pocas veces habla de él.- ¿Una novedad muy interesante? Vamos, ilumínanos con tus conocimientos. –Comenta con cierto retintín. Ahora sí que tiene cierta curiosidad aunque espera que el chico le salte con cualquier tontería que a ella ni le vaya ni le venga. Últimamente tiene más la cabeza en el laboratorio que en otra cosa.

Se sirvió el refresco del botellín en el vaso y miró a An. - Ya lo sé, me encontré a tu alumna en la piscina. Me pidió que la ahogara. - Ahora mismo no le venía el nombre a la mente pero si se la encontraba la reconocería. Era pelirroja, ingenua y siempre andaba empapando a los demás, no se podía olvidar fácilmente. Dio un sorbo al contenido del vaso y después medio sonrió sabiendo que su novedad en realidad era un fiasco. - Tengo una mascota en casa. - Era algo así como un padre orgulloso.

Sonrió con satisfacción cuando la chica captó, perfectamente la indirecta de dejar el tema aparcado, o quizás a ella tampoco le apetecía hablar estando el chico delante, bah, en todo caso, habían dejado el tema aparcado, que quizás ya retomarían en otra ocasión, eso nadie lo sabía.

-Puede ser... por lo menos... ya tengo a alguien que me cubra las espaldas y eche a perder el poder de Faye- básicamente se sentía orgullosa de aquello, aunque reconocía que la chica necesitaba algo más de entrenamiento, pero tampoco demasiado, sólo un par de semanas o a lo sumo un mes.

Pero de repente algo la sacó de sus suposiciones temporales sobre la pequeña zanahoria, el hecho de que Morten tenía una mascota en casa, enarcó una eja, a ver que a ella le gustaban los animales... pero no se fiaba un pelo de lo que Morten pudiera haber metido en casa. -Sino es mucho preguntar... ¿de qué se trata?- preguntó dudosa, pero también curiosa, había descartado, a animales grandes debido a las dimensiones de su casa y a los animales corrientes como pájaros, gatos y perros, por que eran demasiado normales para el chico

Se puede notar la decepción en su rostro. Mantiene la mirada unos segundos sobre Morten y después la desvía hacia su tarrina ya vacía. Pues vaya, una mascota, debe de ser que se siente solo y necesita algo que le haga compañía. Tiene cara de tener un conejo.

- Eso, Morten, ¿de qué se trata? ¿Un cocodrilo tal vez? Los cocodrilos son bonitos –añade con una media sonrisa mientras se inclina y apoya los brazos sobre la mesa para mirar al chico. Qué calor, por favor, si es de noche, deberían darles un respiro. - Y si te causa molestias puedes tirarlo por el vater

Ah vale, que él no le podía cubrir las espaldas, pues vaya opinión tenía Anäis de él. Frunció un poco el morro porque le habían tocado donde más le dolía: en el orgullo. Sin embargo optó por callarse porque ya solucionarían sus temas de pareja otro día que no tuvieran público y que Morten pudiera ponerse cariñoso sin sufrir por su reputación. Se bebió medio vaso de un sorbo y se pasó la servilleta por la frente porque allí hacía un calor del demonio. Luego le dedicó una sonrisa muy ácida a Gill. - No está bien tirar cosas por el vater. - Le recordó. - ¿Es eso lo que has hecho con tu novio? Porque no le veo por aquí. - Se giró como si efectivamente buscara a Virgil y después se recostó contra el respaldo de su silla. - Es una rata y se llama Noora. - Informó. Apoyó un codo en la mesa y miró a An con verdadera ilusión. - Verás que bien os lleváis cuando vengas a casa

An seguía comiéndose su helado, era consciente de que todos los demás presentes ya habían terminado con sus correspondientes consumiciones, pero a ella le daba lo mismo, era feliz con su heladito, pero entonces fue cuando descubrió la cara de muerto de Morten, anda, pero si le pegaba y todo con el nombre (?). Le daría un besín e intentaría arreglarlo, pero no le apetecía demasiado estando delante de Gill, así que mejor... lo deja para otro día.

-Ala... una rata, que bicho más chulo- sí, no era la típica chica que se asustaría de una rata y se pondría a gritar como una loca, no, ella era distinta... además, ya se lo explicó a Morten, que a ella no le servía un mueble para el baño o un ramo de flores... Un momento ¿Noora?. -¿Por qué tengo la extraña sensación de que le Noor tiene algo que ver con la rata?- le preguntó enarcando una ceja, no es que el nombre fuera común... y mucho menos con la "a" esa al final...

-Sí... seguro que voy a tu casa, sólo para jugar con la rata- a ver que lo decía en tono irónico, no es que no tuviese curiosidad por conocer al bicho en cuestión... pero Morten lo había dicho en un tono como si An y Noora se fueran a convertir en amigas de toda la vida

Se encoge de hombros, bueno, que diga lo que quiera, pero si algo le han enseñado las películas es que se tiran a los cocodrilos por el váter. Que no es que vaya a hacerlo porque principalmente ella no tiene un cocodrilo pero le sirve para bromear.

- La verdad es que sí, es de usar y tirar... cuando me interesa me lo tiro y cuando no al váter –Ladea la cabeza, ella no tiene novio, pero ¿Qué más da? Puede decir lo que quiera- De todas formas no sabía que esto era una cita de parejitas, como has llegado tan sigiloso... –Al escuchar el nombre del animal no puede evitar soltar una sonora carcajada, no debe de ser a la única a la que el nombre le recuerda a cierta MIB y seguramente Morten se lo ha puesto a cosa hecha. No le cae mal Noor, apenas ha hablado con ella, pero es gracioso.- Una rata, que original... espero que no te muerda, transmiten muchas enfermedades. –Se apoya en la silla y se levanta- Una mañana madruga, buenas noches.

Le revuelve el pelo a Morten Y se despide con la mano de Anäis antes de marcharse.

Le sorprendió gratamente que An no pusiera cara de asco, pero se hizo el loco con lo del nombre de Noora. - Está vacunada. - Informó antes de que Gill se fuera. Luego se quedó mirando a la piromante un rato largo hasta que abrió la boca. - No me has dado un beso ni nada. - Se quejó. Y aunque fuera extraño eso le molestaba de verdad. ¡Qué habían estado mucho tiempo sin verse! ¿Eso era todo lo que le importaba? - ¿Te vienes hoy a dormir conmigo?