Piso Hadley

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 2:39 am

Piso Hadley
Calle Dos Patitos, nº 34.
Piso Hadley Edificio

¿Veis ese edificio grisáceo con las ventanas blancas, sí? Pues ahí es donde vive Faye desde hace un par de meses, es el último piso y desgraciadamente no hay ascensor así que para llegar habrá que usar las escaleras... Cuidado, que son estrechas y cuando la señora del tercero baja el resto deben esperar en el rellano Por lo menos tiene un aparcamiento para bicis... Faye no tiene bici
La casa es más o menos pequeña, cuenta con el baño, la cocina, un pequeño balcón y una estancia que comprende el salón y el dormitorio-para llegar a él tendréis que subir por las escaleras, esta todo comunicado-...pero tiene todo lo necesario para Faye. Por lo general suele estar desordenada: los libros apilados en el suelo, en las esquinas; la ropa tirada por ahí, revistas esparcidas por las mesas y objetos por las escaleras, entorpeciendo la subida.

> Cocina
> Salón
> Dormitorio
> Baño
> Mini balcón
Maldito gato de los vecinos de bajo... ¿cómo narices consigue subir? Un día lo quemará

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 5:22 am

Había seguido las instrucciones de Faye para llegar a su casa e iba vestido de incognito, tal y como prometio: sombrero, gabardina, gafas con nariz y bigote... Algunos ya se habían parado a mirarle, pero él había hecho como si nada y hasta se había atrevido a asustar a alguno que miraba demasiado. Pero qué cotillas, hombre. ¿Nunca habían visto a un hombre con gafas y bigote o qué? Aunque después se arrepintió de llevar la gabardina tras subir unos cuantos pisos. ¡Ya podía haberla avisado de que no había ascensor! Habría subido las escaleras corriendo en un momento, pero tal vez eso llamaría demasiado la atención y no quería estropearlo. Al llegar a la puerta, con la lengua fuera, se deja caer sobre la puerta y llama al timbre. La Calles Dos Patitos... No se lo habría imaginado.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 5:28 am

A pesar de que al principio era reacia a que Adam viniera a su casa finalmente le ha enviado un mensaje al móvil con la dirección. Le ha costado encontrar su número porque después de la última pelea cambió el nombre de “Adam el guay” por “Maldito Bastardo Traidor. Nunca llamar”. Y la verdad es que no sabe aun si es o no una buena idea pero es su mejor amigo y no quiere perderle, por lo menos allí pueden estar tranquilamente sin temer que nadie les vea y la acuse de traición.

Al escuchar el timbre se gira para mirar la puerta. Debe de ser él. O la señora del tercero a pedir un poco de sal, últimamente esa mujer no tiene ni sal, ni huevos, ni limón... ¿es ella o se está aprovechando? El caso es que cuando abre la puerta descubre que es...

- ¿Adam? –Alza las cejas mirando su atuendo, de lo más bonito, oiga. – Se supone que no tenías que llamar la atención, ahora mis vecinos pensarán que me beneficio a un señor mayor bastante feo.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 5:36 am

Pues él no había cambiado el nombre de Faye de la agenda de su teléfono, pero si encontraba el móvil de ella y descubría que ella si lo había hecho se decepcionaría y lo cambiaría por algún nombre muuuy largo y que dijese lo maravilloso y perfecto que es él. Qué rencorosa puede llegar a ser esta mujer.
En cuanto Faye abre la puerta no lo duda ni un momento y haciendo gala de lo educado que puede llegar a ser en algunas ocasiones, agarra un momento a Faye por la cintura para levantarla, moverla y así poder cerrar la puerta detrás de ellos. Rapidamente se quita la gabardina y suelta un suspiro de alivio.
-Madre mia. ¡Me estaba asando! - Suspira, dejando la gabardina en el sofá. No se para a pensar que tenía que dejarla en otro sitio porque ambos sabían que Faye no era lo que se decía la señora del orden. Eso era más cosa suya.- Es decir, que pensarán que te lias con alguien feo y que tienes mal gusto, así que no pueden pillarnos porque yo... ¿Cómo decirlo? ¡Ah sí! Estoy muy bueno Hola a ti también.- Termina saludándola, dándole un beso en la mejilla o más bien pinchándola con la narizota.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 5:46 am

Sí, puede llegar a ser muy rencorosa y lo muestra en los nombres que le pone a sus contactos. Pero hoy, cuando ha ido a buscar a Adam, ha vuelto a ponerle su nombre normal... Ahora están bien, por el momento aunque no se para a pensar cuánto va a durar.

Deja escapar una risilla cuando él la levanta y apoya las manos sobre los hombros de Adam hasta que vuelve a estar sobre suelo firme, sí, así mucho mejor porque no tiene la sensación de que esta flotando en el aire. No le presta mucha atención a la gabardina, ni le importa donde la deje. Él es el ordenado y mientras sepa dónde cuando se marche por la noche… Faye no tiene ningún problema.

- Ñagh. –Gruñe cuando nota la nariz de mentira sobre su mejilla y estira la mano para quitársela y dejarla sobre la mesa, sin fijarse muy bien donde.- Ya, claro, pero mientras yo seré la rubia que tiene mal gusto. –Niega levemente con la cabeza y se aleja unos pasos para ponerse en el centro de la habitación, alzar las manos y esbozar una amplia sonrisa.- Y esta es mi casa, cuidado con no chocarte con lo que hay en el suelo.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 5:54 am

Claro que se va a recordar dónde dejo su gabardina y ya de paso la nariz que le quita Faye y deja por ahí. Era lo que tenía que hacer si quería salir de ahí sin meter en problemas a la rubia, porque entonces sospecharían cómo es que en un principio había entrado un tio feo y después ha salido uno guapo. Bueno, siempre puede decir que Faye lleva una clínica de cirugía estética ilegal en su piso
-Y yo seré el tio feo sin serlo. ¡Eso es peor! - Ahora que no tiene la nariz se vuelve a inclinar para darle el beso en la mejilla. Pone los brazos en jarras mientras mira como se aleja y alza los brazos. Él en cambio alza la cabeza y va acercándose de nuevo a ella dando vueltas para ir viendo la casa y al mismo tiempo acercarse de nuevo a Faye.- Vale, tengo que reconocerlo: tienes mejor gusto para la decoración que para los chicos .- Bromea. Cuando da un último paso se tropieza con algo. ¿Eso es el mando de la tele? - Aunque acabaré pensando que lo que quieres es que te limpie el piso, la verdad Madre...

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 6:01 am

¿Hola? Eso no tiene sentido, nadie sabrá que Adam es el feo. Simplemente habrá un feo y un Adam, dos personas distintas. Pero ella tendrá que soportar ser la que se acuesta con viejos. En fin, a lo mejor nadie le ha visto, lo que espera y es todo un alivio, todo sea dicho.

- Creo que no haré ningún comentario respecto a lo que has dicho, Adam. –Dice con una media sonrisa burlona, mirándole a los ojos cuando hace la comparación con la decoración y los chicos. Camina un poco por la sala, rodeando la mesa y al escucharle pone los ojos en blanco y le lanza el cojín que tiene más cerca.- Oh, cállate, yo sé donde esta cada cosa. Hay un orden en todo este desorden. Así que ni se te ocurra limpiar ni mover algo. –Y lo dice en serio, entonces la casa sería un caos y... no encontraría nada. Vale que ahora también se líe a veces, no encuentra algunas cosas pero los libros que tiene en el suelo, a montoncitos, están clasificados por materia.- Lo de arriba es mi habitación . –A la que no piensa subir.- Eso es el balcón. –Señala con el dedo la puerta que da él.- Y por aquí se va al baño y la cocina...

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 6:18 am

Sí, no lo sabrían, pero él sí. Eso sería un golpe bajo a su autoestima ahora que la vieja esa había ido diciendo por la ciudad que él y JJ eran gays. Había tenido que soportar algunas burlas en el campamento, pero utilizaría el mismo método que utilizó con Lesa: demostrar a todas las chicas que no es gay Se encoge de hombros con una media sonrisa. No se le ocurre pensar que al decir ese comentario se había añadido a sí mismo en el saco de los chicos de Faye, pues había tenido algo con ella. Cuando de repente le lanza un cojín se intenta tapar con los brazos, pero a pasar de eso recibe el cojinazo.
-¡Ey! No me hagas empezar una guerra de almohadas.- ¿O sí? ¡Qué coño! Coge el cojín y rodea la mesa para llegar hasta Faye y devolverle el cojinazo.- Claro claro, un orden dentro del desorden. Seguro que luego no encontrás algo y yo me reiré viendo como lo desordenas todo aún más para intentar buscarlo - Era lo que siempre pasaba, vaya. Pero sí, realmente era muy divertido. Por ejemplo, le encanta ver a Faye lanzando cosas de su armario en busca de alguna camiseta o similar Va moviendo la cabeza siguiendo la dirección de su dedo hasta que al final señala la cocina.- Bien, entonces tendríamos que ir a la cocina, ¿no? Aunque antes... .- Le da otro cojinazo

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 6:27 am

Suspira aliviada cuando Adam no insiste con subir, así que puede seguir su pequeña visita guiada sin incidentes. Mentira. Le acaba de dar un cojinazo. Y otro. Maldita sea. Pues como ella no tiene ningún le d aun golpe en el hombro con el puño, no con mucha fuerza pero sí para dejar claros los límites. Pero como eso no es mucho intenta arrebatarle el cojín y cuando lo consigue levanta la mano para darle en la cabeza a Adam con él.

- Perdona que te diga pero es nunca pasa. –Dice muy digna ella, mentira, sí que pasa...- Bueno, puede que sí pase pero da igual. Para eso vivo sola, para poder revolcarme en mi desorden. Hala. –Echa a caminar hacia la cocina y al pasar por el baño da un golpecito en la muerta, abre la manivela y se lo muestra. No tiene perdida, como ha dicho la casa es pequeña. Finalmente llega a la cocina.- Y este es tu territorio, supongo. He comprado todo lo que puedas necesitar, ¡hasta me han hecho una fiesta en el supermercado de bajo al verme! Hacía mucho que no iba. –Se ríe entre dientes.- Esta en la nevera.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 6:39 am

No tenía intenciones de subir al cuarto de Faye y no entendía por qué la chica podría estar preocupada por ello. Tal vez tuviera a algún amante ahí arriba... Nah, eso no es del estilo de Faye. En todo caso sí subiría arriba si es donde tiene la tele, pero ya ha visto que no es el caso. Se queja cuando recibe el puñetazo en el hombro y le vuelve a dar un cojinazo justo antes de que consiguiera quitarle el cogín.
-Yaaaa claro Como si nunca hubiera visto cómo lo haces .- Dice con los brazos levantados, como cuando alguien te apunta con una pistola. Aunque en este caso es un cojín. Se ríe entre dientes cuando la chica acaba por ceder y reconocer tiene razón. Claro claro, esa es la razón de vivir sola.- Oing oing.- Imita el sonido del cerdito mientras la sigue, pinchándole un momento el costado para que fuera más deprisa, consciente de que tenía cosquillas en ese lado.- Hum, bonito baño.- Luego ya lo estrenaría Al llegar a la cocina pone los brazos en jarras y la observa detenidamente. Menudo desperdicio de cocina en manos de Faye.- ¿Hacía mucho que no ibas? ¿Tengo que supones que has comido mucho fuera o has pedido mucha comida por encargo? - Al menos espera que haya pedido comida sana y que no se haya alimentado solo de pizzas. Se acerca hasta la nevera y la abre de par en par.- Bien bien... Vete sacándo la cacerola y encendiendo el fuego, anda. ¿Dónde tienes la pasta? ¿También en la nevera?

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 6:47 am

Se ríe entre dientes, lo hace siempre. Cuando antes vivían en el MIB siempre pasaba lo mismo, ella no encontraba las cosas cuando más las necesitaba y empezaba a lanzarlo todo por los aires mientras Adam la esperaba a un lado de su habitación riéndose. Qué recuerdos, cuánto echa de menos eso. No está acostumbrada a estar sola.

Vuelve a reírse y da un saltito cuando le da las cosquillas y no le queda más remedio que caminar más rápido y no porque a él le moleste sino porque no quiere que le haga cosquillas. Suspira y se acerca a la despensa.

- Digamos que un poco de cada cosa. O como fuera, o como en el MIB o pido algo para llevar. Ya sabes que nunca se me ha dado bien eso de cocinar y siempre que pueda pedir una pizza o comida china... –Ella es feliz. Alza las cejas y le mira mal.- Pues sí, la pasta está en la nevera... –Dice muy seria- ¡pero qué te crees que soy retrasadita! –Abre la despensa y saca el paquete que deja sobre la encimera y hace lo mismo con el cojín, donde no pueda molestar. Se acerca a un armario para sacar dos copas.- He comprado vino... porque... ¿no es lo que se toma en las cenas de reencuentro, de inauguración de casa y ese tipo de cosas? Ni si quiera sé si tomas. –Murmura esto último muy bajito. Ese tipo de cosas se le escapan. Ella no bebe mucho y que sepa Adam tampoco, pocas veces se han emborrachado juntos.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 7:08 am

Asiente con al cabeza, asimilando la información. Típico de Faye, claro. No sabía hacer muchos platos o se le quemaban. ¿Solución? Que se los hicieran. Normalmente la comida la hacía él, pero como ahora no estaba se iba a comer fuera. Tsk, a saber que guarradas come, a saber.
-Shh, no digas nada de pizza ni de comida china, que tengo mono.- Es que pedir esa clase de comidas y llevarlas al campamento era una soberana tontería porque al final acababas sin poder tomar nada. Bueno, para la próxima visita a su piso pedirán algo de eso. Cuando le dice que la pasta está en la nevera iba a abrir la boca para regañarla, pero justo entonces ve que le está tomando el pelo. Tsk.- Como si no fuera la primera vez que lo haces.- La de cosas que se había encontrado dentro de la nevera y que deberían haber estado fuera.- Vale, falta el aceite, la sal y la cacerola.- Al ver que Faye abre un armario el prueba a abrir otro, a ver si se encuentra con algo que le interese. ¡El aceite! Lo saca, coge el paquete de pasta y se acerca hasta donde iban a cocinar los espaguetis. Es entonces cuando ve las copas y el vino que había sacado Faye. Alza las cejas algo sorprendido. La última vez que había bebido fue cuando... Sacude un poco la cabeza y asiente con una media sonrisa.- Sí o al menos eso hacen en las pelis Así que sí, aunque no suelo beber, ponme una copa .- Le pide mientras habre un par de armarios y se acaba encontrando con la cacerola. Se acerca con ella hasta el fregadero y la llena de agua para después apoyarla sobre la vitro, enceder esta y dejar que empezara a calentarse.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 7:29 am

- ¿Tienes mono? –Pregunta sorprendida si antes siempre que podían pedían o iban. Bueno, siempre que podían no, pero a lo mejor una vez a la semana o algo así. No comprende como Adam puede sobrevivir ahora sin ese alimento, ella que lo ingiere cada poco por vaguería.- ¿Y entonces qué coméis? ¿Bichitos y esas cosas? –Dice con toda la malicia del mundo mientras mira al chico de reojo. Deja las copas sobre la encimera y saca el vino, tiene que pelearse con el corcho y el sacacorchos, maldecir algunas cosas hasta que finalmente abre la botella. Bien, así está bien. Sirve un poco en ambas copas y le tiende la suya a Adam.- Pero lo de la última vez fue un accidente y... ¡eh! Deja de meterte conmigo, te recuerdo que estas en mi casa. –Suelta una risilla y se sube a la encimera, balancea un poco las piernas antes de darle un trago a su copita. Al ver que él se las apaña solo y que empieza a encontrar todo con rapidez no dice nada sino que esboza una media sonrisa.- Hasta parece que vivas aquí, encuentras las cosas antes que yo...

Y eso que la cocina es de las estancias más ordenadas de la casa, junto al baño. Se queda mirándole mientras se moja los labios con el vino. Cuando se marchó al piso se le hizo muy extraño, es pequeño pero aun así le parece grande para una sola persona, tenía la sensación de no tener suficientes cosas con que llenarlo así que empezó a comprar tonterías que no le sirven para nada pero le dan un aspecto más acogedor. Ella siempre pensaba que Adam y ella se irían a vivir juntos, serían una pareja de universitarios locos que alternarían sus estudios con el MIB. Y ahora que está allí es como si nada hubiera cambiado. Extraño.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 7:47 am

Asiente con la cabeza mientras echa aceite al agua. La sal ya la echará luego. Guarda el bote de aceite y mira al agua ante de volver la mirada hacia Faye.
-No, no comemos bichos. ¿Me has visto tú a mi con cara de Timón y Pumba? El caso es que la primera vez que llevé una pizza al campamento, antes de que llegase a donde yo duermo ya se habían cogido toodos los trozos de la pizza. Como vivimos ahí en plan "todo es de todos". Pero tenemos cosas para cocinar y demás, ¿eh? Tenemos una barbacoa que es un lujo.- Que bien le salen las costillas ahí, madre. La verdad es que habían conseguido un buen chollo con eso de que se fuera con los Insolitas, ¿eh? Además de por las vistas, claro.- Vale vale, dejo de meterme contigo. Aunque me da pena, ¿eh? Es un agradable hobby.- Bromea una última vez, cogiendo la copa que le tiende. Se apoya en la encimera mientras da un trago al vino, mirándola. Vino. La verdad es que eso era más finolis que lo de la última vez.- Te conozco lo suficiente como para saber dónde colocarías algunas cosas... Pero algunas veces consigues sorprenderme, ¿eh? - Reconoce. Podrías encontrar lso rollos de papel higiénico en el sitios más increibles.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 7:54 am

- Quien sabe. –Se encoge de hombros.- Me espero cualquier cosa. –Y con esto no bromea. Desde que se ha marchado espera cualquier cosa.- Vaya, una barbacoa... que envidia. –Finge que la idea le ha sorprendido y encantado cuando, desde luego, no es así.- Ya te estoy viendo, con tu gorro de cocinero frente a la barbacoa. –Esboza una sonrisa divertida, sí, imaginarse a Adam así es muy fácil.- Entonces ya sé que haces allí: eres el cocinero del campamento. –No tiene otro misterio, seguro que le habían comido la cabeza para que fuera con el único fin de que cocinera. Lucha contra ellos, Adam. Piensa, pero no lo dice, claro, no quiere volver a iniciar una pelea así que simplemente se dedica a bromear con la situación de los Insolita, como si ella fuera una simple humana ajena a todo.- ¿Sí? Pues vas a tener que buscarte otro, como romper retrovisores, ¿qué te parece? Incluso puedes ir más allá y destrozar lunas y faros. – Lo dicho, ella es un desastre si es que es casi imposible no darse cuenta.- Ya lo sé, sabes antes donde he guardado las cosas que yo. A veces creo que me conoces mejor de lo que me conozco yo misma. –Vuelve a darle un trago a la copa.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 8:33 am

-Oye, pues bien chula que está. Ya te gustaría probar mis costillas, ya.- Porque eso no sabía hacerlo antes. Ha estado leyendo libros, buscando recetas y tal cuando sus estudios le dejaban tiempo. Que hubiera dejado MIB no significaba que iba a dejar su deseo estudiar derecho. Aunque en ocasiones resultaba complicado estudiar con toda esa panda ahí.- Lo del gorrito sí. En realidad estoy buscando uno con mi nombre puesto, pero debe ser algo complicado porque no encuentro.- Siempre encuentra gorros con nombres muy básicos y tontos.- Al menos me conformo con mi delantal de super héroe Pero no, no soy el cocinero del campamento. Yo cocino para mi y el resto ya de paso se aprovecha y coge cacho. Pero no soy el único que cocina.- No le iba a decir a su amiga que era espía porque sino se iba a volver paranoica e iba a pensar que quería ir ahí para espiarla. No, nada de bromas, ninguna. O al menos hoy no... Si eso el mes que viene. Ahora es él quien le da un suave golpe en el hombro a Faye cuando le da esas ideas, consciente de que se está metiendo con él por el incidente.- ¿Sabes lo que sería una buena idea? Hacerlo y abrir un taller mecánico para arreglar esas cosas. ¡Ganaría un montón de pasta porque arreglaría los coches en un momento! - Aunque para ello tendría que aprender a arreglaros. Nada, detalles pequeños sin importancia. Ya aprendería. Le da un trago más largo a la copa y la deja sobre la encimera para abrir el paquete de espaguetis y echarlos en la cazuela. ¿Por qué echaba todos? Porque así le dejaba comida hecha a Faye y no se iba por ahí a comer tanta guarrería tantos días.- Bueno... Yo te conozco mejor que tú a tí misma y tú me conoces mejor que yo a mí mismo. Será que llevamos mucho juntos.- Va diciendo mientras coloca la pasta. Supone que esas cosas son normales en, por ejemplo, los hermanos, los mejores amigos y esas cosas.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 8:42 am

- Pues tendrás que venir a hacerlas, pero yo no tengo barbacoa. –No tiene ni hueco para ella, el balcón es muy pequeño. Y como nunca se va a pasar al bando de los rebeldes... no le va a quedar más remedio a Adam que hacerle de cocinero en la casa. Esboza una media sonrisa al escuchar lo del nombre.- ¿En serio? Me parece increíble porque encontrar un gorro en el que ponga Mauri no es tan difícil... es un nombre súper común y súper bonito. –Dice completamente seria y guiñándole un ojo a Adam aunque termina por soltar una carcajada.- Admítelo –empieza a decir, al escuchar la idea del taller- los dos sabemos que destrozarías los coches para después arreglarlos, clientela infinita. –Y ella le ayudaría a destrozarlos. Por las noches saldrían disfrazados y no con el disfraz que le ha traído hoy, esas narices le sentarían muy mal.

Al ver que echa todo el paquete de pasta esta tentada a llamarle exagerado pero sabe porque lo hace y lo agradece así que le dedica una media sonrisa y se termina su copa de vino. La deja a un lado y se baja de la encimera para sacar los cubiertos de uno de los cajones y echa a caminar hacia el salón para poner la mesa cuando vuelve apoya la cabeza sobre el hombro de Adam-tiene que ponerse de puntillas para hacerlo- y le pincha en el costado con un dedo mientras que pasa la otra mano pro delante, casi rodeándole la cintura pero sin tocarle.

- Venga, lento, me muero de hambre... ¿Es que el fuego no va? –Y con la mano que tenía delante chasquea los dedos para que salga una pequeña llamita.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 8:57 am

Mira alrededor de la cocina, buscando algo que pudiese sustituir la barbacoa. Nada. La verdad es que para ser un pisito de soltera adolescente estudiante ya tenía un buen fallo. ¿Cómo no podía haber comprado una barbacoa? Pues podría perfectamente dejarla sin probar sus costillas, ¿eh? Pero no es tan cruel y malvado.
-Las puedo hacer en el horno con patatas. Eso sí, de primero un poco de ensalada.- Que al final el que la iba a poner gorda era él y no la comida basura.- Sí, en se...- Cuando escucha el nombre que dice, aparta la mirada de la cazuela leentamente, mirándola mal.- ¡Já-já! Bueno, no es tan bonito como el de Keles, ¿eh? No vayas a quitarle flores a tu precioooso nombre .- A ver qué va a ser esto, que él también puede picarla con su segundo nombre. Aunque todo había que reconocerlo: el suyo era mucho más vergonzoso. Maldito tio que le puso ese nombre. Le pincha un costado cuando se empieza a reir.- ¡Sí, lo admito! ¡Me declaro culpable, señoría! Pero a que tú me ayudarías y serías la co-jefa de la empresa, ¿eh? .- Porque no se imaginaba hacer eso sin Faye, la verdad. Sería una buena manera de retomar su amistad, rompiendo coches a punta pala.
Mientras Faye se aleja para ir poniéndo la mesa, consigue encontrar una cuchara de madera y la mete dentro de la cazuela para ir moviéndo la pasta, para que no se pegase. Tenía la manera de darle cinco vueltas hacia un lado y otras cinco al lado contrario, no sabe por qué. Escucha los pasos de Faye acercarse, la cual consigue que Adam sonría ampliamente cuando apoya la cabeza en su hombro.
-¡Ey! - Da un pequeño bote cuando le pincha con el dedo. Que él tiene muchas cosquillas, demasiadas incluso. Se queda mirando un momento a su dedo, no muy convencido. Al final asiente con la cabeza, apaga la vitro y levanta la cazuela con cuidado para no quemarse.- Venga, pon el fuego. Eso sí, con cuidadito, que la última vez los carbonizaste.- Esta vez ya sabía lo que podía ocurrir e iba a estar más atento.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 9:05 am

- Sí, papi, y después una pieza de fruta... y para merendar unas fresitas... tengo que tomarme mis cinco frutas al día! –Dice con voz de niña pequeña al escucharle, aish, si en el fondo lo agrade porque si no la cuidara Adam, ¿quién lo haría?- No, la verdad es que no es tan bonito como el de Keles, ¿qué le vamos a hacer? Algunas tenemos unos nombres perfectamente preciosos. –Suelta una carcajada.- Pero no te sientas mal, Mauricio, te quiero igual. Como le gusta picarle con esas cosas, se lo pasa genial.

Asiente con la cabeza aunque no sabe si la está viendo pero la idea de ser co-director ale gustaría. Serían buena gente por la mañana arreglando coches y maleantes por la noche. Ya lo está viendo. Faye y compañía. Bueno... Faye & Adam. Que si no el chico se nos pone tiquismiquis.

No se mueve cuando el separa la cacuela del fuego sino que se pone de puntillas intentando no caerse para mirar por encima de su hombro y poco a poco abre la palma de la mano observando como la llama se hace más y más grande. En realidad no esperaba que Adam le dejara, no después de lo que pasó la última vez-quemó la comida- pero ahora que tiene la oportunidad no va a dejar la pasar. Así que con cuidado aumenta o disminuye la llama hasta que finalmente la pasta se hace. Esboza una sonrisa y cierra la mano, extinguiendo así el fuego.

- ¡A comer! –Y echa a correr hacia el salón, como una cría pequeña.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 9:23 am

Le saca la lengua cuando empieza a hablar como una niña pequeña, diciéndole eso. Sabía que a veces podía parecer muy protector o que la cuidaba demasiado. Pero es que no podía evitarlo, la quiere y por ello hace esas cosas. Todo dentro de la amistad, claro.
-Pues sería un padre genial y lo sabes. Y ahora que lo comentas, más te vale estar comiendo fruta y no batidos, ¿eh? Que son también sanos pero no es lo mismo comer un batido que un zumo.- Que sabía que tal vez era demasiado vaga como para hacerse un batido o que se le olvidaría cerrar la batidora y acabaría el batido esparcido por la cocina, pero a lo mejor le daba el venazo y se lo hacía.- Sí sí, tú nombre es maravilloso maravilloso.- Dice el "maravisollo" muy exageradamente y con un acento bastante gay.- Yo también te quiero, Keles .- Le responde pinchándole el costado de forma cariñosa.
No le hacía falta mirar a Faye para saber que aceptaría la idea de ser co-jefa en la empresa porque sabía que le había gustado la idea. Si es que solo les faltaba poder leerse la mente y sería genial... Bueno, eso no, que hay cosas que prefiere que no sepa.
Con una pequeña mueca aguanta la cacerola mientras Faye va haciendo rápidamente los espaguetis. Interiormente estaba pidiendo a todos los Dioses que conocía que por favor aquello no saltase. ¡Se le iría todo a la cara y se quemaría! Parecería el Señor Cangrejo. No tarda mucho más en terminar de hacerse, así que cuando ocurre deja la cazuela sobre la vitro para buscar el escurridor para escurrir los espaguetis. Después solo le quedaba echar la pasta en un bol y llevarla a la mesa junto al tomate y el queso.
-¡A comer! - Grita al dejar las cosas en la mesa y repartirse la cena. Eso sí, en cuanto está sentado recuerda que se han olvidado el vino y se levanta a cogerlo para servirse otra copa y también una a Faye.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 9:32 am

Sí, Adam sería un padre genial. Adam sería el mejor padre del mundo, el que ellos nunca han tenido. Pero no lo dice en voz alta, no quiere sacar el tema aunque es algo que tienen más que asumido, como nunca han tenido padres nunca los han echado de menos. Y quizá ella sí que se emociono un poco cuando descubrió la identidad de Marla, cuando se puso en contacto con ella por teléfono y los días previos a la que se vieran. Pero después todo se desvaneció...adiós a la emoción y al nerviosismo. Nunca hubiera imaginado que Marla fuera así, con esa fachada de mujer que ayuda a todos... la primera en darle la espalda a su hija. Suelta un suspiro y coge su copa para darle un buen trago, tanto que se la bebe de golpe. Se sirve un poco más y mira su plato de pasta, se echa un poco de tomate y empieza a darle vuelta con el tenedor.

- ¿Sabes que este año he empezado historia? –Porque no está segura de habérselo comentado. Él sabe que a ella le gusta pero es una decisión reciente, es solo por afición. En el MIB tiene su trabajo.- Pero a veces es un poco rollo, quiero llegar a las luchas, guerras, ¡qué me importa a mí cómo se fabrico la primera rueda! –Va diciendo mientras se lleva la pasta a la boca, a una velocidad increíble, casi sin masticar. Es que la niña come rápido y mucho. Y a pesar de eso siempre se mantiene en su mismo peso, adora su metabolismo. – Pero para eso aún me queda mucho... –Suspira.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 9:42 am

La verdad es que Faye le dio envidia al principio, cuando descubrió a su madre. Él también quería encontrarla o al menos saber los motivos por los que le dejó tirado y se fue, que le diese una explicaciones o se discupalse, diciendo que estaba arrepentida. Pero tras la visita de Faye con su madre empezó a pensar que eso sería algo bastante complicado y difícil, pues imagina que al fin y al cabo todas las madres les han dejado ahí por una razón y es porque son unas cabronas. Y aunque algún día encontrará a su familia, él se conforma con Faye. Alza un poco las cejas al ver que se bebe su copa de un trago. Espera que esto no se suba tan rápido a la cabeza o en nada empezarían a estar contentos, sobretodo ella. Él en cambio coge el queso y se echa en la pasta, revolviéndola después. Uno blanco y el otro rojo, si es que no hay manera de que concuerden en algo así. Niega con la cabeza.
-No, la verdad es que no lo sabía. Pero siempre se te ha dado muy bien.- Porque le gustaba mucho esa asignatura y las historias, entre otras cosas.- ¿También estudiarías lo que paso durante la guerra, en plan cómo se llevaron a cabo las batallas y esas cosas, o solo por qué se hicieron, consecuencias y demás? - Pregunta con cierta curiosidad. Faye sabe que hubo una época que le dio por los videojuegos y algunos trataban de esa parte de la historia. Lo bien que se lo pasaba con Faye en el modo online machacando a los chinos .- Ey, tranquila, que no te los va a quitar nadie del plato.- Le comenta mientras va comiendo a un ritmo normal, no como ella que parece que mastica con la garganta o algo porque no utiliza los dientes.- Bueno, ya llegará mujer... Yo he estado leyendo más libros de cocina y sigo estudiando derecho La verdad es que no me importaría hacer un curso de cocina.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 9:51 am

- Lo estudiaré todo. El por qué, cómo, qué pasó, que no pasó, quien lanzó la primera piedra, quien tiró la primer abomba. Todo. –Con esa palabra podía definirse. Si ahora ya lo estaba estudiando todo de las cosas más tontas cuando llegue a esa parte, su preferida sin duda, seguro que siguen en la misma línea. Continua comiendo, más tranquilamente cuando Adam le dice que nadie va a quitarle el plato, y dándole algunos traguitos de ven en cuando a su copa.- En serio... deberías dejarte esa carrera de una vez y dedicarte a la cocina. Y lo digo muy en serio. –Vale, puede que le haya cogido manía a la carrera por culpa de Marla y entiende que Adam quiera ayudar a los demás pero no va a cambiar el mundo, así de simple.- Podrías hasta tener tu propio restaurante. Aunque aquí no, claro. –Añade también, porque sería como colgarse una diana en el pecho y decirle a los del MIB que vayan a buscarle “ahora me anuncio con luces que parpadean, para que me veáis bien”. Continua comiendo y para cuando se quiere dar cuenta se ha terminado su plato, se encoge de hombros y se bebe lo que queda en la copa, que era poco. Se queda mirando su plato y el de Adam.- Es que es la primera buena cena que tengo en tiempo... –Dice como si necesitara disculparse o algo por el estilo.

**Adam M. Haynes** Sáb Abr 30, 2011 10:03 am

-Pues cuando lo estudies me traigo mis videojuegos y hacemos lo mismo que hicieron en las guerras. Los que ganaron, claro.- Sería un poco tonto hacer lo mismo que los que perdieron, sería como ponerse ellos mismos una pistola en la cabeza, pero virtualmente. Le gustaba que Faye se pusiera a contarle cosas de historia mientras jugaban. Para que luego dijeran que con esas cosas no se aprendía nada, ¡já! Sonríe al ver que en vez de llevarle la contraria le hace caso y empieza a comer más despacio. Él, como ella, también va bebiendo de su vaso. Niega con la cabeza mientras traga unos espaguetis que tiene en la boca.- ¿Cómo voy a dejarlo? Además, puedo ser bueno cocinando aquí, pero luego imaginate que no soy tan bueno. Conseguir trabajo de cocinero no es tan fácil y abrir mi propio restaurante tampoco.- Principalmente por una razón que se la muestra frotándose los dedos: mucho dinero que él no tiene. Y no podría ni estando en MIB, así que no puede ser motivo de conflicto. De todas formas, es cierto, aquí no podría hacerlo mientras fuera un Insolita... Pero como tampoco quiere irse de allí y dejar sola a Faye. Vale que eso ya lo ha hecho al irse de MIB, pero no es lo mismo eso que marcharse de La Comarca. Cuando llena su copa de nuevo porque se la ha terminado, echa una mirada al plato de Faye y descubre que tanto este como su copa están vacios. Alza las cejas gratamente sorprendido.- Me alegro que sea precisamente la mia, la verdad. Podrías hacerte catadora y así comerías bien siempre por toda la face .- Termina de comerse lo que queda de su plato, el vaso que se había llenado y coge la copa y la botella.- Si no tienes helados ven conmigo a tirarte en el sofá, anda.- Le pide mientras echa a andar.

**Faye K. Hadley** Sáb Abr 30, 2011 10:12 am

- Seguro que cuando vayas a traerlos están llenos de telarañas. –Vuelve a decir con malicia. Si en el campamento ese que tienen montado no tendrán ni tele... por no tener está segura de que no tienen ni enchufes. Espera... ¿y donde se duchan? A saber, porque Adam huele bien y si llevara dos años sin ducharse supone que lo notaría aunque fuera un poquito, vaya Todo un misterio ese campamento, pero prefiere que sea así, a pesar de ser el hogar de su mejor amigo.- Eso tampoco es un problema, Adam, robamos un banco y ya está. Con tu disfraz cualquiera nos reconoce. –Se ríe entre dientes.

Se queda parada, pensando en la idea de ser catadora. Pues no estaría nada mal, ¿eh? Comer gratis… no, no es comer gratis. Es que te pagan por comer. Va a informarse, mira tú por dónde. Para cuando se quiere dar cuenta Adam está de pie, con la botella y el vaso en la mano. Ella se levanta, cogiendo su copa pero en vez de seguirle echa a caminar hacia la cocina y vuelve con otra botella de vino.

- No, no tengo helados... aunque sí cubitos de hielo, si te sirve... Pero he comprado dos botellas por si acaso y... ¡no te sientes ahí! –Grita al ver que el chico tiene toda la intención del mundo de sentarse en el sofá. Le coge de la mano y tira de él hacia el balcón. Asoma la cabeza y... hace buen tiempo y no esta ese maldito gato.- En el balcón se está mejor. –Se deja caer a un lado del sofá y le roba la botella a Adam para rellenarse su vaso.- Los de abajo tiene un gato, pelusita creo que se llama. Arg, lo odio... a veces está en mi balcón, ¿cómo te explicas eso? ¿Cómo sube? Lo odio... un día lo voy a comer. LO VOY A QUEMAR. –Grita lo último para que sus queridos vecinos de la planta de abajo la oigan.

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