Standgaard's

Asintió sin darse prisa en pronunciar palabra. A diferencia de Anäis él había dormido del tirón y sin sueños, tenía esa capacidad desde bien pequeño quizá para compensar lo mal que podía pasarlo durante el día. Cuando la chica le acarició el pelo él hundió la nariz en su cuello, aspirando el olor que emanaba de su piel antes de darle un beso en la garganta no demasiado ansioso. Estaba aún amodorrado y no sabía ni qué hora ni cuándo tenía que entrar a trabajar, pero tanto le daba. Pensaba aprovecharse todo lo que pudiera de la situación inestable que reinaba en el MIB sin una figura clara al mando.

El chico le hizo cosquillas cuando enterró su nariz en el cuello de ella, y An se sonrió pero el chico aquello no lo pudo ver, hoy estaba contenta, quizás por que le había agradado eso de pasar la noche con el chico, cuando volvió a mirarla, ella se perdió en sus ojos, aquél chico tenía esa extraña habilidad. -Tienes cara de niño bueno, recién levantado- un comentario absurdo, pero que la chica había pronunciado, básicamente por que la había salido al mirarle

Era curioso que dijera eso cuando hacía solo un día Noor le había llamado "el rubio con cara de querer repartir hostias". - Espero que sea solo recién levantado. - Dijo. - Porque con cara de bueno no se llega a ninguna parte. - No le vendría mal a Anäis aprender un poco de su maldad, que le daba en la nariz que la joven era demasiado cándida para enfrentarse al mundo y salir victoriosa. No quería tampoco que se espabilara mucho porque terminaría por aventajar al maestro y eso a Morten no le convenía en absoluto, pero unas nociones básicas le iban bien a todo el mundo.


FdR. Ahora ceno yo

Miró al chico enarcando una ceja, que ella tenía cara de buena, ella podía ser buena, pero no siempre, que luego fuera del MIB, tenía cara de mala leche. -No estarás insinuando que soy demasiado buena ¿verdad?- le preguntó al chico poniéndose seria, pero vamos, que era de coña, que a ella lo de actuar se le daba bastante bien, al menos, eso creía ella. Después sonrió levemente, le daba igual lo que el chico le dijese, ella era feliz, y sabía cuando tenía que ponerse seria y ser desconfiada y esas cosas, y por ahora le había ido muy bien

Sonrió. La verdad es que podría acostumbrarse perfectamente a estar con An sin echar de menos nada porque aunque no fuera amor tampoco había conocido nada mejor y la chica se hacía de querer. - Me gusta que seas buena. - Dijo para picarla mientras le buscaba las cosquillas en los flancos. - Así no te quejas cuando te hago cosas malas, ¿eh? - El vecino había dejado de roncar en la casa de al lado, ahora lo oía vagamente deambular por ahí seguramente hacia la cocina. Al principio le era casi insoportable tener que oír todas esas cosas sin poder desconectar, pero ahora lo integraba a su día a día y sencillamente pasaba de los sonidos que no le interesaban.

-Oye bicho enfermo, que tengo medio grupo de insólitas odiándome y no es precisamente por ser buena- le dijo muy seria, claro, hasta que claro el chico se puso a hacerle cosquillas, y entonces no pudo aguantar la risa, y no hizo nada salvo darle patadas al aire y retorcerse sobre si misma, pero, que eso era jugar sucio, no vale, no vale.

-Eres un tramposo, así no me puedo poner seria- le dijo cuando el chico paró, claro, así cualquiera tenía cara de buena, no podía evitar la risa, era algo prácticamente inevitable para ella, que si, que podía parecer risueña, pero no lo era en absoluto, sólo cuando conocía a la persona en cuestión

Chasqueó la lengua dispuesto a no dejarse impresionar tan fácilmente. - Yo le pegué un tiro a su líder. - Recordó. - Vas a tener que currártelo más. - Cuando decidió que ya era bastante con las cosquillas rodó hasta quedar acostado boca arriba en la cama con todas las sábanas revueltas a sus pies. Le puso a Anäis una mano encima del abdomen como si necesitara sentir el contacto de su piel para asegurarse de que seguía ahí. - No me gustas seria, para cara de limón ya estoy yo.

-Tsk, y yo le chamusqué el pelo, lo siento, pero pasé más tiempo abajo que tú, así que en víctimas te gano- que para algo tenía heridas en gran parte de su cuerpo, y arañazos en otros tantos, así que que no le venga con tonterías, vamos hombre. -Además sino llego a estar allí, uno te hubieses quedado sin pistola, y dos hubieras recibido una pedrada en la cabeza- que sí, que ella le dio otra pistola cuando Faye, hizo intento de deshacer la suya.

-Vale, pues entonces... yo tengo cara de naranja (?)- y dicho aquello el chico rodó por la cama hasta quedarse boca a arriba, pero no le quitó la mano de encima, así que se acercó al chico y rozó sus labios con los suyos. -Que no voy a desaparecer ahora- le susurró al chico.

Lo de la pedrada era verdad y lo de la pistola también, pero se calló porque no le gustaba reconocer que debía favores a nadie aunque se tratara de la chica que intentaba conquistar para su causa. La miró doblando el cuello hacia un lado cuando dijo lo de la cara de naranja, parecía que de verdad estaba valorando el parecido de Anäis con dicha fruta. - De manzana. - Corrigió al cabo de un rato por sus mejillas sonrosadas, y porque las naranjas no tenían muy buena piel.
Pudo rodearle otra vez la cintura cuando se acercó a él y transformó el roce en un señor beso, quedándose un rato ahí vagueando. - Tendremos que salir de la cama alguna vez.

Vale, vale, pues nada que no dijo nada acerca de lo de la pelea, jupetas, que no le debía nada a nadie y si ella había hecho aquello, había sido, por que quería, no buscando nada a cambio, pero ella no sabía lo que se le estaba pasando en aquellos momentos al chico por la cabeza, así que sonrió y correspondió al beso.

-No, manzana no, que no me gustan, melocotón- y dicho aquello, se levantó de la cama, todavía tenía la camisa del chico, que evidentemente e quedaba grande. -Dilo por tí, que yo ya me he levantado- dijo con una sonrisa, si es que ahora parecía una niña chica, pero la verdad es que no le importaba

Morten tenía muchas reacciones casi animales porque se había criado en la calle y no le iba mucho lo de manifestar sentimientos con palabras. Por eso soltó un gruñido de los suyos cuando Anäis se le escurrió de entre los brazos, pero no tardó en seguirla. - ¿Una ducha y al curro? - No le desagradaba mucho el plan porque él no era nada cariñoso y fingir todo el rato que era un machoman de culebrón le empezaba a cansar. Iba a tener que entrenar mucho, igual podría pedir clases de noviazgo a Gill a cambio de las suyas de dar tortas.

-Pero... lo del curro es obligatorio, es decir, ¿no nos podemos quedar aquí? o ir a cualquier otro sitio que no sea el MIB- le dijo mientras se acercaba a él, a ver que a lo de la ducha no le ponía pegas pero es que no le apetecía nada irse a currar ahora mismo, así que se acercó al chico y le dio un abrazo. -Además tengo que ir a casa, que tengo que coger ropa limpia y esas cosas- An dudaba que el chico tuviese ropa de chica por allí, y no le agradaba nada la idea de ponerse la rpa de ayer, después de haberse duchado

La cogió de las muñecas cuando le abrazó y le besó el dorso de ambas manos, suavizando la voz ya que le iba a dar una negativa. - Creo que es mejor que vayamos al MIB. - Insistió. - Yo cobro por vigilar y ahora especialmente, que hay prisioneros muy importantes. Si pasa algo y no estoy allí me la cargo. - De hecho igual se la había cargado ya porque llegaban tarde seguro, pero no se le podía pedir tampoco tanto a un muchacho que siempre había vivido como le había dado la gana y sin conocer la palabras horario ni madrugar. - Si quieres te acompaño a casa antes de irnos. - Se ofreció dirigiéndose al armario para coger ropa limpia que ponerse encima.

Pues nada, que últimamente, Morten parecía su padre, en vez de su... ¿un momento qué eran exactamente? -Morten... ¿qué relación se supone que tenemos?- que ahora le había quedado la duda, vamos, la duda ya le asaltó anoche, pero no había surgido el tema hasta ahora, así que se lo iba a preguntar, antes de quedarse con la duda.

Después, cogió sus pantalones cortos, que los tuvo que encontrar, por que estaban por ahí tirados, y después se quitó la camisa del chico para ponerse la suya, et voilá, ya estaba vestida, ah, no, sólo le faltaban los zapatos, pero eso, cuando saliesen de casa, que ahora no hacía falta.

-Pues naaaaaada, vamos a hacerle una visita a Aaron- lo que le recuerda que tiene que ir mañana después de comer a la celda de Aaron, que todavía tenía que sacar a Lesa de allí, pues vaya.

-O vamos a recibir órdenes de nadie, a ver qué Insólita me mandan a capturar hoy, anda, pero si nadie puede mandarme a capturar nada por que Z está muerta- An tenía razón, iba a ir al MIB a recibir órdenes de nadie, y lo veía algo absurdo y estúpido, pero cualquiera le llevaba la contrari a Morten

Ahora tenía que salir del paso porque An se lo estaba poniendo a huevo, así que siendo consciente de que su reputación se arruinaría para siempre si alguien le viera en ese instante se acercó a la chica e hincó una rodilla en el suelo. - ¿Quieres salir conmigo? - No sabía si esas cosas se hacían así pero a las tías les iba ese rollo y él habría zanjado el tema de una vez por todas. Luego no podía encantarse porque cualquier espabilado podría ser consciente igualmente del poder de la piromante e intentar engatusarla, pero si él llegaba antes y la cubría de atenciones se aseguraría su lealtad. Anäis nunca se atrevería a alzar un dedo para hacerle daño y en cambio sí chamuscaría con sus llamas a todos sus enemigos, era un negocio redondo. Le cogió una mano para hacerlo todo más bonito.

Estaba esperando una respuesta concreta, no que le fuese a pedir matrimonio ni nada por el estilo pero por lo visto, el chico se estaba pasando de romántico que ella no se quejaba, pero que aquello ya era pasarse. -A.. ver Morten... todo a estado genial, ya tal... pero ya te dije que yo atarme a a una persona... no lo llevo muy bien, puede que sea genial eso de salir juntos, pero es que... no sé- dijo mirándole a la cara, que no iba a hacer lo mismo que hizo ayer con lo de pedirle disculpas que había aprendido

Al menos lo había intentado. Se levantó y se propuso sacar el tema a colación cuando pasara un tiempo. - ¿Entonces qué crees tú que somos exactamente? - Porque si eran amigos con derecho no sabía por qué le había puesto pegas a que llevara un chupetón de Gill. Se hizo con unos calzoncillos limpios y se encaminó hacia el baño dejando abierta la puerta para oír la respuesta de An. Por él como si quería meterse con él en la ducha.

Miró al chico, parecía ¿decepcionado? entonces pensó en lo que le había dicho, pero ¿por qué era tan sumamente estúpida? si en el fondo ella si quería salir con él, pero había algo... algo.. que la echaba para atrás, entonces se acercó hasta donde fue el chico, pero sin llegar asomarse al baño, que eso ya era cosa de la intimidad.

-A ver... hacemos una cosa, salimos juntos, vale, pero no te quiero en plan novio protector, ni celoso, ni te vuelvas a poner de rodillas, por favor- que lo de arrodillarse delante de ella la había matado, así que mejor que no volviese a hacer, por que sino adiós a la relación

Se oyó dentro del baño un barullo de la mampara corriendo, el grifo pegando en el suelo y el chorro de agua en dirección incierta. Al poco rato Moten asomó la cabeza completamente empapado para robarle un beso a Anäis demostrando así que le parecía cojonudo el trato. Luego se volvió a meter para adentro para acabar de ducharse, que no era plan de ir por la vida lleno de jabón. Desde luego que no sería celoso, ¿cómo iba a serlo si no la quería en realidad? Aunque ninguna relación era perfecta desde el principio, el amor era un proceso y él lo fingiría tan bien que ni su madre se daría cuenta. Aunque su madre no se daba cuenta de nada, también era verdad. - Vale, nada de rodillas. - Aseguró desde dentro con una sonrisa de victoria.

Y de repente, notó algo húmedo en sus labios suponía que aquello era un sí, no estaba segura de hacer lo correcto, vale, hasta ahí bien, pero algo le decía que se estaba equivocando que aquello no estaba bien, pero bueh, vamos a ver como se tornaba aquello, que seguro que no tenía un buen final.

-Date prisa anda- le dijo mientras se iba al cuarto a buscar las zapatillas, esperando que el chico, que apareciese, para ver si conseguía convencerlo con lo de no ir al MIB, que la verdad es que no le apetecía nada, total, ahora mismo no había jefa, nadie iba a notar su ausencia, y Aaron, estaba lo suficientemente entretenido como para largase, de eso, An podía dar fe

No estaba dispuesto a ser un novio calzonazos que perdiera toda identidad, pero por una vez le hizo caso a Anäis y tardó dos segundos en terminar y en vestirse. Luego salió del baño confiando en que toda el agua del suelo se secaría sola y cogió a la chica de la mano para conducirla hacia el vestíbulo. - ¿Pasamos por tu casa entonces? - Abrió la puerta y salieron los dos.